
Alrededor de 2014 y 2015, emergieron dos fenómenos culturales que, aunque diferentes en esencia, moldearon una generación en términos de humor, estética y consumo digital: el culto al 4Loko, bebida que se convirtió en un símbolo de la decadencia hedonista, y el surgimiento de los “Chronically Online”, una subcultura de personas que vivían hiperconectadas a internet, creando un ecosistema propio de referencias y comportamientos.
El culto al 4Loko: Caos enlatado y el nihilismo festivo
El 4Loko, conocido por su mezcla explosiva de alcohol y cafeína, se volvió popular por su capacidad para propiciar noches desenfrenadas y caóticas. A pesar de las regulaciones que obligaron a cambiar su fórmula original, el mito del 4Loko siguió creciendo y evolucionó hasta convertirse en un ícono cultural. No era solo una bebida, sino un símbolo de una actitud nihilista y despreocupada que permeaba el ambiente de mediados de la década de 2010.

Este culto al 4Loko iba de la mano con una estética irónica y decadente. Se consumía en fiestas, mientras compartían memes y videos con humor incomprensible para quienes veían desde fuera. Era el combustible de una juventud que se sentía atrapada entre la precariedad económica y la necesidad de experimentar el mundo de manera intensa y rápida. El humor que surgía de esta cultura era crudo, autodestructivo y cargado de referencias absurdas, que luego se amplificaban en redes sociales.
Chronically Online: La hiperconexión y el humor de nicho
Simultáneamente, surgía el concepto de estar “chronically online”, referido a aquellas personas que pasaban gran parte de su tiempo en internet, especialmente en plataformas como Tumblr, Twitter y Reddit. Los “chronically online” desarrollaron un tipo de humor y lenguaje que sólo tenía sentido dentro de su propio ecosistema digital. Se crearon comunidades obsesionadas con nichos específicos: desde artistas alternativos hasta memes absurdos y teorías conspirativas irónicas.
Este fenómeno dio lugar a una generación que manejaba un humor incomprensible para quienes no formaban parte de esas comunidades online. Inside jokes, el surrealismo y el cinismo definieron el estilo de comunicación de estos grupos.

Artistas como Death Grips, Yung Lean, y colectivos como PC Music ganaron popularidad entre este público, no solo por su música, sino por encarnar la esencia de lo extraño y disruptivo que caracterizaba a esa era digital.
La intersección de ambos mundos
Aunque el culto al 4Loko y el fenómeno “chronically online” surgieron de espacios distintos—uno ligado al mundo físico de las fiestas y otro al ecosistema digital—ambos compartían un trasfondo similar: el nihilismo irónico y el deseo de escapar de una realidad cada vez más caótica y precaria. El consumo de 4Loko en las fiestas se complementaba con la hiperconexión en redes sociales, ambos generando experiencias que se reinterpretaban mediante memes y videos cargados de humor negro y surrealista.
Artistas de nicho y fenómenos culturales emergentes se convirtieron en referencias comunes para estos dos grupos. Entender ciertos géneros musicales como el vaporwave, el cloud rap, o incluso artistas como Lil Peep y Mac DeMarco, requería estar inmerso tanto en las fiestas caóticas como en los foros digitales donde se discutían estos temas.
Un legado cultural
Estos dos fenómenos no solo definieron la cultura de esos años, sino que también sentaron las bases de lo que vendría después: un mundo en el que la frontera entre lo físico y lo digital se diluye cada vez más, y donde el humor de nicho y la ironía se convierten en el lenguaje universal de una generación. La era del 4Loko y los “chronically online” dejó como legado una visión del mundo que mezcla el caos, el escapismo y el sentido de comunidad a través de lo absurdo.

En retrospectiva, este periodo puede entenderse como una respuesta colectiva a la incertidumbre de la época, una búsqueda de experiencias intensas y un refugio en un mundo digital donde la realidad se desdibuja y el humor se convierte en la principal herramienta de escape.