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Casas y un legado musical

febrero 19, 2025

En un mundo donde el atractivo nos entra por la vista (cuando no conocemos un producto o artista) acercarnos a algo por su arte es parte del descubrimiento de contenidos, pero… ¿Te has dado cuenta de las múltiples portadas que utilizan casas en su portada? 

Por acá te dejamos una recopilación de nuestros 5 discos favoritos que cumplen con este requisito. 

  • American Football – American Football

Uno de los discos más importantes para la música alternativa noventera y para el movimiento del midwest emo y math-rock tiene como portada una de las más importantes y referentes en esto de “casas en portadas”. 

Este disco es una de esas joyas que con el tiempo solo se vuelve más especial. Lanzado en 1999, se  ha convertido en un referente que destaca por su sonido melancólico y sus complejas estructuras instrumentales. Las guitarras entrelazadas, los tiempos irregulares y la producción cálida crean una atmósfera nostálgica que nos envuelve en recuerdos y emociones agridulces.

Desde el primer acorde de Never Meant, la banda deja claro que será un viaje introspectivo, donde las letras exploran la distancia emocional, la soledad y el peso de las relaciones pasadas. Cada canción se siente como una conversación íntima. El álbum no solo capturó la esencia de una época, sino que también influyó en generaciones de bandas dentro del género.

La icónica portada, con la imagen de una casa situada en Illinois ha llegado a representar el álbum tanto como su música. Su impacto ha sido tanto que el año pasado se puso a la renta en Airbnb esta misma casa.

  • Hiding Places – Billy Woods & Kenny Segal

En Hiding Places, billy woods y Kenny Segal construyen un álbum denso, claustrofóbico y profundamente introspectivo. A lo largo de sus canciones, woods entrega versos llenos de paranoia, derrota y resistencia, mientras que los beats de Kenny Segal se pintan oscuros y opresivos, pareciendo derrumbarse sobre sí mismos como la edificación en su portada. Es un disco que no busca consuelo, sino que expone la crudeza de la realidad con una sinceridad brutal.

La elección de la portada no es casualidad. La imagen de la William Livingstone House, una mansión en Detroit al borde del colapso, funciona como una metáfora perfecta del álbum: un refugio que apenas se sostiene, una estructura que alguna vez representó estabilidad pero que ahora es testigo de su propio deterioro. Es el símbolo de la lucha interna que recorre todo el disco, donde no hay respuestas fáciles ni finales esperanzadores, sólo la necesidad de encontrar un escondite, por más frágil que sea.

Con Hiding Places, woods y Segal entregan una obra desafiante que exige ser escuchada con atención. No es un álbum para escapar de la realidad, sino para enfrentarla en toda su crudeza, reflejando la sensación de estar atrapado en un mundo que se desmorona.

  • Favourite Worst Nightmare – Arctic Monkeys

Arctic Monkeys regresaron en 2007 con un álbum que no solo conservaba la urgencia de su debut, sino que también mostraba una evolución en su sonido y composición, poseyendo varias de sus canciones más icónicas y representativas. Desde el primer golpe de batería de Brianstorm, el disco no da tregua: las guitarras toman todo el terreno y se fusionan con una producción más afilada dando como resultado una energía desenfrenada. 

A lo largo del álbum, la banda oscila entre un frenesí de energía y melancolía, este disco consólida a Alex Turner como un liricista complejo y que entiende los sentimientos humanos, capturando con cinismo e ironía las tensiones de la fama repentina y las relaciones interpersonales. A pesar de ser un disco más cuidado y con sonidos más pulidos no deja de lado la crudeza que los hizo destacar en su álbum debut. 

La portada del álbum refuerza este contraste. La imagen de una casa aparentemente normal, pero iluminada con un interior vibrante, simboliza la dualidad del disco: un exterior sobrio que esconde una energía explosiva. Es un reflejo de la música de Arctic Monkeys en ese momento.

  • Black Sabbath – Black Sabbath

Recientemente 13 de febrero se cumplieron 55 años del estreno de este disco, siendo Black Sabbath el debut de la banda y sin querer dio pie a un nuevo género: el stoner metal. En una época dominada por el rock psicodélico y el blues eléctrico, el sonido de Tony Iommi, Ozzy Osbourne, Geezer Butler y Bill Ward era algo completamente distinto: oscuro, denso y amenazante. Desde el primer riff de Black Sabbath, el disco nos introduce en una atmósfera de pesadilla, una que cambiaría la música para siempre.

A pesar de haber sido grabado en un solo día, el álbum tiene una energía cruda y poderosa. Canciones como The Wizard y N.I.B. aún conservan toques de blues, pero están teñidas de un tono más sombrío y siniestro.

La portada es igual de icónica. La imagen de una mujer vestida de negro frente al molino de Mapledurham, con su ambiente espectral y desolador, refuerza la sensación de misterio que rodea al disco. Esta estética, junto con las letras llenas de ocultismo y fatalidad, ayudó a cimentar la reputación de Black Sabbath como la banda más oscura de su tiempo.

  • Definitely Maybe* – Oasis 

A pesar de que este álbum pone un asterisco en la temática, pues el hecho de que la portada suceda en los interiores de una casa puede romper la temática, sin embargo creo vale la pena tocarlo para preguntarnos ¿Qué sucede al interior? 

En 1994, cuando el grunge aún dominaba las listas y la música inglesa buscaba un nuevo estandarte, Oasis irrumpió con Definitely Maybe, un álbum que no solo definió una era, sino que marcó el nacimiento de una banda con hambre de inmortalidad.

El disco es un desfile de clásicos instantáneos. Live Forever captura un optimismo desafiante en una época cínica, mientras Supersonic y Cigarettes & Alcohol destilan arrogancia y despreocupación con riffs abrasivos y letras que celebran la evasión y la ambición juvenil. 

La portada, tomada en la sala de estar de Paul “Bonehead”, es una imagen tan icónica como la música que contiene. Con los miembros de la banda en poses relajadas, un televisor reproduciendo The Good, The Bad, The Ugly y referencias a Burt Bacharach, la fotografía encapsula la confianza y el estilo despreocupado de Oasis: sin pretensiones, sin adornos innecesarios, solo actitud y música.

Treinta años después, Definitely Maybe sigue siendo el manifiesto definitivo del britpop y un disco que aún suena tan fresco como hace 30 años. Es la prueba de que Oasis no solo irrumpió en la escena: la tomó por asalto y nunca miró atrás.

¿Qué otros discos se te ocurren en esta categoría? ¿Te gustaría leer un conteo con edificaciones en general?

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