
La historia de cómo México salvó a SNK y su famosa serie “The King of Fighters” es una fascinante muestra del impacto cultural y económico de los videojuegos. Durante la década de 1990, SNK, una compañía japonesa de videojuegos, estaba en su apogeo, produciendo títulos populares como “Metal Slug” y “Samurai Shodown”. Sin embargo, “The King of Fighters” (O el “Tekino Faiter”) se destacó como una de sus franquicias más icónicas, particularmente en América Latina, y específicamente en México.
El fenómeno comenzó cuando los juegos de KOF encontraron un nicho en los mercados de arcade latinoamericanos. En México, “las maquinitas” se convirtieron en centros sociales donde los jóvenes se reunían para competir y socializar. La popularidad de KOF en estos lugares fue en gran parte debido a su accesibilidad y la emoción que ofrecían sus combates rápidos y complejos. Además, los personajes carismáticos y diversos de KOF resonaron profundamente con los jugadores mexicanos, creando una base de fanáticos leales.
La crisis económica de finales de los 90 y principios de los 2000 afectó duramente a SNK. La compañía enfrentó bancarrota en 2001 y fue adquirida por Playmore. Durante este período turbulento, el apoyo constante de los fanáticos mexicanos y de otros países latinoamericanos se volvió crucial. La comunidad de jugadores en México no sólo continuó comprando juegos de KOF, sino que también organizó torneos y eventos que mantuvieron viva la pasión por la serie. Este apoyo fue vital para la supervivencia de la franquicia durante sus momentos más oscuros.
La popularidad de KOF en México también impulsó a SNK a considerar seriamente el mercado latinoamericano en sus estrategias comerciales. Los desarrolladores de SNK comenzaron a incluir referencias culturales y elementos específicos que resonaban con su audiencia latinoamericana. Personajes como “Ramón,” un luchador inspirado en la lucha libre mexicana, o Angel, que directamente se ha dicho que es Veracruzana.
Además de escenarios basados en lugares reconocibles de América Latina, demostraron el reconocimiento y la gratitud de SNK hacia estos mercados.
El renacimiento de SNK en la década de 2010, con nuevos lanzamientos y la revitalización de la franquicia KOF, no habría sido posible sin el apoyo continuo de los jugadores mexicanos y latinoamericanos. La edición de “The King of Fighters XIV” en 2016 y “The King of Fighters XV” en 2022 recibieron un cálido recibimiento en México, consolidando aún más la relación simbiótica entre la compañía y sus fanáticos en la región.
En resumen, la devoción de los jugadores mexicanos por “The King of Fighters” ayudó a SNK a superar una de sus crisis más graves, manteniendo viva la serie y permitiendo su resurgimiento. Este caso ilustra el poder de una base de fanáticos apasionados y cómo una comunidad de jugadores puede influir significativamente en la industria de los videojuegos. Además la relación que tenemos en México con las maquinitas es no solo nostálgica sino de fraternidad, amistad y hasta formación para quienes tuvimos el chance de poder irnos a gastar el cambio de las tortillas en el “Tekino”.